¿Cuál es nuestro mensaje?

Qué es lo que nos lleva a ser verdaderos cristianos?

¡En verdad! ¿Qué es lo que nos hace sentirnos identificados con Cristo? Lo que creemos es lo que podemos compartir con otros, así que ¿Qué es lo que creemos como cristianos?

Las razones por las que una persona sostiene que pertenece a Cristo son muy variadas. La mayoría de estas razones se centran en el hecho de que creyeron en Cristo porque Dios hizo algo que mejoró sus vidas. Otros sostienen tener una relación con Dios porque tuvieron una visión, alguna “caída espiritual”, etc. No faltan los que siempre han estado en alguna iglesia y por eso consideran que son salvos.

¿Y cuál es el mensaje que se comparte en estos casos? Ven a Cristo, el mejorará tu vida, quitará tus problemas, te dará el trabajo que necesitas, restaurará tu matrimonio. Cristo te necesita, te está buscando, desea ser tu amigo y llenar tu corazón. Y no negamos que Dios pueda hacer todas estas cosas, pero la realidad es que él no ofrece nada de esto en su Palabra, porque el motivo para venir a Cristo no se puede centrar en el ser humano, sino en Dios.

La Biblia es clara, todo ser humano es malvado delante de Dios. No importa cuántas cosas buenas haga, sigue siendo malvado por una razón, es pecador y por lo tanto no busca a Dios, sino su beneficio personal. Esto es ofensivo para muchos, pero aun así es la realidad humana.

Pero Dios nos aclara: la paga del pecado es la muerte. Así que aunque esto sea ofensivo a la gente, debe ser nuestro mensaje, porque si la salvación es por gracia, significa que ningún ser humano tiene mérito suficiente para ser llamado por Dios, sino que es por el puro deseo y la elección de Dios.

Y como la palabra Evangelio significa “buenas noticias”, las buenas noticias para el ser humano son “Cristo ha dado su vida en nuestro lugar, pagando con ello por nuestro pecado para darnos vida eterna.

La salvación no puede ser una buena noticia si no estamos al tanto de nuestra verdadera situación. Por eso quienes se consideran buenas personas rechazan con facilidad el mensaje de salvación, pues no creen necesitar de un salvador. Por el otro lado, la iglesia se ha llenado de personas que creen que Cristo los salvo de la maldad y el pecado de las personas que los habían dañado, pero no se consideran culpables delante de Dios, de haber pecado. Otro tanto le echa la culpa al diablo y al pecado en sí, y creen que Cristo los salvó de ambos, pero no reconocen su responsabilidad en cuanto a su pecado.

Lo triste es que las iglesias se están llenando cada vez más de personas que creen ser salvos, pero no lo son, y un día la ira de Dios se manifestará en contra de ellos cuando sean echados al lago de fuego y azufre que arde por la eternidad.

Dado que esto es una asunto de vida eterna, no podemos ser irresponsables, y debemos revisar nuestras bases para sostener que somos cristianos. Y de esa manera llevar el mensaje del Evangelio de la manera en que Dios lo presenta en su Palabra, a fin de que los que digan ser de Cristo, en verdad lo sean.

Y Él les dio vida a ustedes, que estaban muertos en (a causa de) sus delitos y pecados,

Efesios 2:1