¡Nuestra confianza está en Dios!

Por tanto debemos estar agradecidos con él por la obra que ha llevado a cabo en nuestras vidas en este año.

Es verdad que en ciertos momentos el desánimo pudo haber estado en nuestros corazones, y nuestras ideas no estaban claras respecto de cuál era la voluntad de Dios en ese momento preciso.

Sin embargo, al estar parados en el umbral de este fin de año podemos mirar hacia atrás para darnos cuenta de cómo Dios es quien nos ha llevado adelante a lo largo del año.

Y por lo tanto podemos reconocer , tal como lo hizo Samuel y el pueblo de Israel, diciendo: Hasta aquí nos ha ayudado Jehová.

Y lo mejor es que él seguirá llevándonos adelante en el año que está por iniciar. Y si este año que termina nos presentó algunos retos, el siguiente año también lo hará.

Por lo pronto tenemos el reto de organizar de una manera más eficiente el sistema de enseñanza, tanto en las Barcas como en la Escuela Dominical. Tenemos que avanzar en la organización como Asociación Religiosa. Tenemos que seguir formando a muchos más a lo largo de la Senda de Crecimiento.

Y sobre todo tenemos que crecer en nuestra prestancia para compartir el evangelio de Cristo a los que nos rodean.

Y al considerar todo esto no podemos perder de vista el hecho de que, aunque aún tenemos retos por delante, Dios nos fue preparando a lo largo de este año para hacer las cosas correctamente.

Es cierto, Dios no tiene prisa en lo que hace, pero trabaja de manera constante en sus planes.

Del mismo modo nosotros debemos mantener nuestra confianza en él, sabiendo que su llamado ha sido conforme a su propósito y él es quien perfeccionará su buena obra en nosotros.

Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.

Filipenses 1:6 NBLH